Pier Paolo Pasolini "Marilyn"
La madrugada del 4 de agosto de 1962 Marilyn Monroe, Jeane Mortenson, se quitó la vida.
Al año siguente se estrenó una película singular, La Rabbia, un film documental en dos partes, idea del productor Gastone Ferrati que quería contraponer la visión del mundo de los dos intelectuales heréticos, Pasolini por la izquierda y Giovannino Guareschi por la derecha. Para Pasolini fue un reto, no porque dudara de la compañía del humorista Guareschi (el padre del personaje Don Camilo) al que conocía y apreciaba, sino por poder expresar sus ideas y su visión del mundo entonces, a principios de los 60.
Optó por la forma de un documental mezclado con poesía con la voz de dos narradores: Renatto Guttoso para la prosa y Giorgio Bassani para la poesía; sobre imágenes de archivo y noticiarios. El resultado es fascinante, una de las pocas obras cinematográficas donde la poesía toma forma en las imágenes. Y el contenido no pudo ser mas contundente, una profunda reflexión sobre la lucha de clases, la guerra y la muerte.
Todas las escenas del film son extraordinarias, por la pantalla desfila desde la revolución húngara del 56 hasta el viaje al espacio de Gagarin: la crisis de Suez, el asesinato de Lumumba, la coronación de Isabel II, la elección de Eisenhower, Juan XXIII, la independencia de Argelia, la revolución cubana y el desembarco en bahía Cochinos... Pero el poema visual dedicado a Marilyn contiene además algunas de las reflexiones más profundas de toda la obra de Pasolini.
La siguiente es una magnífica traducción de Anna Montes, publicada en la Revista Nayagua, nº 23, febrero 2016. Se acompaña del texto original.
Marilyn
Del mundo antiguo y del mundo futuro
permaneció solo la belleza, y tú,pobre
hermanita menor,
aquella
que corre detrás de los hermanos más mayores,
y
ríe y llora con ellos, por imitarlos,
y
se pone sus bufanditas,
toca
sin ser vista sus libros, sus navajitas,
tú,
hermanita más pequeña,
que
poseías tu belleza humildemente,
y
tu alma hija de gente pequeña,
nunca
has sabido tenerla,
porque
de otro modo no hubiera sido belleza.
Disparas,
como un polvillo de oro.
El
mundo te lo ha enseñado.
Así
tu belleza se vuelve suya.
Del
estúpido mundo antiguo
y
del feroz mundo futuro
permanecía
una belleza que no se avergonzaba
de
aludir a los pequeños senos de hermanita,
al
pequeño vientre tan fácilmente desnudo.
Y
por ello era belleza, la misma
que
tienen los dulces mendigos de color,
los
gitanos, las hijas de los comerciantes
vencedoras
de los concursos en Miami o Roma
Dispara,
como una paloma de oro.
El
mundo te lo ha enseñado,
y
así tu belleza no fue más belleza.
Pero
tú continuabas siendo niña,
boba
como la antigüedad, cruel como el futuro,
y
entre tú y tu belleza poseída por el poder
se
inmiscuye toda la estupidez y la crueldad del presente,
te
la llevabas siempre detrás como una sonrisa detrás de las lágrimas,
impúdica
por pasividad, indecente por obediencia.
Dispara
como una blanca sombra de oro.
Tu
belleza sobrevivida del mundo antiguo,
reclamada
por el mundo futuro, poseída
por
el mundo presente, se convierte así en un mal.
Ahora
los hermanos mayores finalmente se dan la vuelta,
detienen
por un momento sus malditos juegos,
salen
de sus inexorables distracciones,
y
se preguntan:
“¿Es
posible que Marilyn,
la
pequeña Marilyn nos haya indicado la calle?”
Ahora
eres tú, la primera, tú, la hermana más pequeña, aquella
que
no cuenta nada, pobrecita, con su sonrisa,
eres
tú la primera a través de las puertas del mundo,
abandonado
a su destino de muerte.
Marilyn
Del
mondo antico e del mondo futuro
era
rimasta solo la bellezza, e tu,
povera
sorellina minore,
quella
che corre dietro ai fratelli più grandi,
e
ride e piange con loro, per imitarli,
e
si mette addosso le loro sciarpette,
tocca
non vista i loro libri, i loro coltellini,
tu
sorellina più piccola,
quella
bellezza l’avevi addosso umilmente,
e
la tua anima di figlia di piccola gente,
non
hai mai saputo di averla,
perché
altrimenti non sarebbe stata bellezza.
Sparì,
come un pulviscolo d’oro.
Il
mondo te l’ha insegnata.
Così
la tua bellezza divenne sua.
Dello
stupido mondo antico
e
del feroce mondo futuro
era
rimasta una bellezza che non si vergognava
di
alludere ai piccoli seni di sorellina,
al
piccolo ventre così facilmente nudo.
E
per questo era bellezza, la stessa
che
hanno le dolci mendicanti di colore,
le
zingare, le figlie dei commercianti
vincitrici
ai concorsi a Miami o a Roma.
Spari
come una colombella d’oro.
Il
mondo te l’ha insegnato,
e
così la tua bellezza non fu più bellezza.
Ma
tu continuavi ad esser bambina,
sciocca
come l’antichità, crudele come il futuro,
e
frate e la tua bellezza posseduta dal potere
si
mise tutta la stupidità e la crudeltò del presente
te
la portavi sempre dietro come un sorriso tra le lacrime
impudica
per passività, indecente per obbedienza.
Sparì
come una bianca ombra d’oro.
La
tua bellezza sopravvissuta del mondo antico,
richiesta
dal mondo futuro, posseduta
dal
mondo presente, divenne così un male.
Ora
i fratelli maggiori finalmente si voltano,
smettono
per un momento i loro maledetti giochi,
escono
dalla loro inesorabile distrazione,
e
si chiedono:
“È
possibile che Marilyn,
la
piccola Marilyn ci abbia indicato la strada?”
Ora
sei tu, la prima, tu la sorella più piccola, quella
che
non conta nulla, poverina, col suo sorriso,
sei
tu la prima oltre le porte del mondo
abbandonato
al suo destino di morte.
La Rabbia. Poema Marilyn
Marilyn Monroe (Jeane Mortenson) 1926 - 1962
Pier Paolo Pasolini 1922 - 1975
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