Ramón del Valle-Inclán "Ligazón"

 

Ligazón por Teatro do Noroeste
 

 

 (...)

Volaba un nublo sobre la luna, y en el morado tenebrario de la parra, a canto del tapial, borraban su bulto, los bultos del AFILADOR y LA MOZUELA. Las voces abrían círculos alternos en el vaho de tinieblas.

 LA MOZUELA. Todo dimana de aquello.

EL AFILADOR. ¿Adónde te hallas? ¿Adónde estás, que no te veo?

LA MOZUELA. A tu vera estoy.

EL AFILADOR. Ni verte ni palparte.

LA MOZUELA. Me puse un anillo encantado. Cuando de primeras pasaste, un abrazo me pediste. Ven a tomarlo. ¿Qué dudas? ¿Por qué te reniegas?

EL AFILADOR. ¡Niña, se ha revestido en ti la serpiente!

LA MOZUELA. ¡Antes sirena!... ¡Ahora, serpiente! ¿Qué seré luego?

EL AFILADOR. Mi perdición, si lo deseas. El Diablo ha maquinado este enredo para contárselo a la otra gachí, que me aguarda vestida y compuesta.

LA MOZUELA. Recomiéndale el secreto a Patillas.

EL AFILADOR. Tío Mengue, te llamo a capítulo. De lo que entre esta niña y un servidor se pase, boca callada, o te rompo un cuerno.

LA MOZUELA. Eres ocurrente.

LA VOZ DE LA MADRE. ¡Deja el cotorreo! ¡Sé más mirada! ¡Métete al adentro! Arrima la puerta, sin echar el fecho, aún pudiera esta noche venir alguno. ¿Tú me oyes?

LA MOZUELA. ¡Ay, mi madre, no renueve la gresca pasada!

LA VENTERA. Éntrate a las apriesas, si no buscas verme salir con una escoba.

EL AFILADOR. ¡Buen trato te da la vieja!

LA MOZUELA. Quiere perderme con un judío de mucha plata.

EL AFILADOR. ¡Y no falto de gusto!

LA MOZUELA. Pues lo que más viene procurando, no lo encontrará... Tiene otro delante... Espérame, que te hablaré por la ventana.

EL AFILADOR. ¿Tú eres contraria?

LA MOZUELA. Mi flor no la doy por dinero.

EL AFILADOR. ¡Olé!

LA MOZUELA. Lo que deba llevarse, se llevará. ¡Más, no! Aún te hablaré por la ventana. ¡Espérame!

 En el vano luminoso de la puerta destaca por negro, enarbolando una escoba, la tía ventorrillera. El mozo afilador se disimula en la sombra.

 CANTA LA MOZUELA.

¡Me muero de risa!

¡De risa me muero!

¡Tengo la camisa

con un agujero!

LA VENTERA. ¡Esta noche te majo, gran rebelde!

LA MOZUELA. ¡Poco sacará de ponerme negra!

LA VENTERA. ¡Métete al adentro, y no me condenes! ¿Dónde se ha sumido el tunante con quien tenías parrafeo? ¡Ya sé que estás oyéndome, negro de los caminos! ¿Qué se te ha perdido en esta puerta? ¿Callas? Si nada se te ha perdido, toma soleta. Métete al adentro, relajada. Pon el fecho. Si alguno viene, ya pulsará. Yo estaré alerta.

 

Se oye correr el cerrojo. La madre y la hija disputan tras de la puerta. El bulto del mozo afilador se despega sigiloso del tapiado. Maja la escoba, grita la vieja, llora LA MOZUELA. El mozo afilador escucha, con la rueda al hombro. La disputa se aleja, se apaga, se encrespa, se extingue. Perdura el lloriqueo de LA MOZUELA: Enjugándose los ojos, sale a la ventana.

 LA MOZUELA. ¿Has oído a la vieja?

EL AFILADOR. Alguna palabra me ha sonado.

LA MOZUELA. ¿Y qué conjetura sacaste?

EL AFILADOR. Que busca dinero.

LA MOZUELA. ¿Quieres tornarme para ti?

EL AFILADOR. ¡No me pongas el agua a la boca si no he de catarla!

LA MOZUELA. ¡Responde!

EL AFILADOR. ¡No me encandiles, que desvanezco!

LA MOZUELA. ¡Tú serás el primero que me tenga!

EL AFILADOR. ¿A qué me ciegas?

LA MOZUELA. ¿Ciegas por tan poco?

EL AFILADOR. ¡Canela eres!

LA MOZUELA. Descúbrete el hombro, y muéstrame la sangre que te mana.

EL AFILADOR. Mírala

LA MOZUELA. ¡Llega!

EL AFILADOR. ¿Qué quieres?

LA MOZUELA. ¡Bebértela quiero!

EL AFILADOR. ¡Por Cristo, que bruja aparentas!

LA MOZUELA. ¡Y lo soy! Beberé tu sangre y tú beberás la mía.

EL AFILADOR. ¡Vaya un sacramento! Perdona, niña, si me relajo, pero ya estoy con soguilla.

LA MOZUELA. ¿Casado eres?

EL AFILADOR. Los Dichos tengo tomados en Santa María de Todo el Mundo.

LA MOZUELA. ¿No te hallas capaz para beber mi sangre y darme a beber la tuya?

EL AFILADOR. La cabeza, niña, me has mareado.

LA MOZUELA. ¿Sabes lo que es una ligazón?

EL AFILADOR. Algo se me alcanza.

LA MOZUELA. ¿Y estás propicio?

EL AFILADOR. Para cuanto ordenes.

 LA MOZUELA, con gesto cruel, que le crispa los labios y la aguza los ojos, se clava las tijeras en la mano y oprime la boca del mozo con la palma ensangrentada.

 LA MOZUELA. ¡Besa! ¡Muerde! ¡Ligazón te hago!

EL AFILADOR. ¡Vaya un arte de enamorar el tuyo!

LA MOZUELA. Descúbrete el hombro: ¡Me cumple beberte la sangre!

EL AFILADOR. ¿Profesas de bruja?

LA MOZUELA. ¡De bruja con Paulina!

EL AFILADOR. ¡Pues no me arredro!

LA MOZUELA. Pues entra a deshacerme la cama.

 

El errante se descuelga la rueda, y mete la zanca por el ventano. Apaga la luz en la alcoba LA MOZUELA. Un bulto jaque, de manta y retaco, cruza el campillo y pulsa en la puerta. Rechina el cerrojo. Se entorna la hoja, y el bulto se cuela furtivo por el hueco. Agorina un blanco mastín sobre el campillo de céspedes. Cruza LA MOZUELA por el claro del ventano. Levanta el brazo. Quiebra el rayo de luna con el brillo de las tijeras. Tumulto de sombras. Un grito, y el golpe de un cuerpo en tierra. Tenso silencio. Por el hueco del ventano, cuatro brazos descuelgan el pelele de un hombre con las tijeras clava das en el pecho. Ladran los perros de la aldea.

 

Ligazón (Auto para siluetas). Retablo de la Avaricia, la Lujuria y la Muerte (1926)  

Ramón del Valle-Inclán 1866 - 1936 




 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Mikel Laboa eta Xabier Lete "Izarren hautsa"

Un siglo de José Hierro. 1922 - 2022. "Llegué por el dolor a la alegría"