MIKLÓS RADNÓTI, FEDERICO GARCÍA LORCA Y LA "PRIMERA ÉGLOGA"


Miklós Radnóti

Primera Égloga
(versión de Orsolya Csibra)

Quippe ubi fas versum atque nefas: tot bella per orbem, tammulta escelerum facies;...
Virgilio

   Pastor:
Hace mucho que no te veo por aquí,
¿Te ha llamado el canto de los ruiseñores?

   Poeta:
Escucho que el bosque está lleno de ruido,
la primavera ha llegado.

   Pastor:
No es primavera todavía, mira ese charco,
ahora sonríe suavemente, pero por la noche
la escarcha congela su espejo ¡y te gruñe!
Es abril, nunca te dejes llevar por un loco,
mira allí se congelaron los pequeños tulipanes.
¿Por qué estas triste? Siéntate en la roca, allí.

   Poeta:
No estoy ni triste, me he acostumbrado a este
mundo terrible tanto que a veces ya ni me duele,
solo me da asco.

   Pastor:
Escucho, sí, que en los picos de los Pirineos 
cañones ardientes replican entre ellos
por encima de cadáveres rígidos en sangre,
y osos y soldados escapan juntos de allí,
un ejército de mujeres, niños y mayores
corren y se tumban en el suelo cuando la muerte
da vueltas por encima de sus cabezas,
y hay tantos muertos que no hay quien los recogiera.
Creo que conociste a Federico, dime, ¿se pudo escapar?

   Poeta:
No se escapó. Lo mataron en Granada hace dos años.

  Pastor:
 ¡García Lorca está muerto! ¡Y nadie me ha dicho nada!
¡Las noticias de la guerra vuelan con el viento, y un poeta desaparece así!
Pero... ¿No lloró Europa entera por él?

   Poeta:
Ni se dieron cuenta. 
Si hay suerte el viento hurgando la hoguera
encontró alguna línea sin terminar y se quedó con ella.
Es todo lo que queda para el futuro curioso de la obra.

   Pastor:
No se ha escapado. Murió. Es verdad, ¿a dónde se va el poeta?
No se escapó ni Attila*, solo dijo “no” todo el rato al orden,
y dime, ¿quién llora por él ahora?
¿Y tú cómo estás? ¿Hay eco a tus palabras en esta era?

   Poeta:
 ¿Entre ruido de cañones? ¿Entre ruinas negras, pueblos vacíos?
Escribo, vivo en este mundo desorbitado
como vive ese roble allí, sabe que lo van a cortar,
aunque la cruz blanca marque su muerte, indica
que el leñador va a venir mañana a por él, mientras
espera crece una nueva hoja.
Suerte tienes tú, no hay lobos por aquí,
y a menudo se te olvida que el rebaño que cuidas ni siquiera
es tuyo, el dueño no vino por aquí desde hace meses.
Adiós amigo, la oscuridad me pillará antes de llegar a casa,
las polillas de la noche están derramando la plata de sus alas.

(1938)

*Attila József (1905-1937). Poeta húngaro.

Federico García Lorca


Miklós Radnóti

(1909-1944)

Radnóti es uno de los poetas más emblemáticos de Hungría en el siglo XX. Su estilo, su patriotismo limpio de obviedades vulgares le posicionan como uno de los poetas más originales de su país.
   Nació en Budapest el 5 de junio de 1909, curiosamente el mismo día (aunque con 11 años de diferencia) de su ídolo y compañero de destino, Federico García Lorca. 

   Su nacimiento le costó la vida a su hermano gemelo y su madre, muertes, de las que él mismo no se enteró hasta los 12 años, cuando murió su padre; y le contaron que la mujer que le crió junto a su hermana pequeña era su madrastra. Después viviría con una tía de parte de su madre de sangre.
   Aparte de su poesía extraordinaria, introdujo en el panteón de la literatura húngara la obra de García Lorca, escribiendo varios poemas en los que también expresaba sus preocupaciones por el pueblo español durante, y después de la Guerra Civil.
   Con el fascismo creciendo en Europa desde los años 30, Radnóti decidió no declarar su origen judío, aunque le ofrecieron ayuda para poder escapar a su destino. En sus últimos años, su poesía se volvió un auténtico manifiesto de la humanidad frente de la guerra, como un grito por la necesidad de las artes, y, sobre todo, la poesía que nos diferencia, y nos ayuda en los momentos más oscuros de la historia.
   En 1940 se puso la estrella amarilla y se marchó para realizar su primer trabajo forzado. En 1944, el avance del Ejército Rojo en el este del país obligó a los residentes y sus guardias del campo de concentración a empezar una marcha forzada hacia el oeste, una marcha que costó la vida a muchas personas, entre ellas al poeta. Le mataron cerca de Abda el 9 de noviembre de 1944 junto a 21 personas más. 
   Escribió algunos de sus mejores poemas durante la marcha, los que fueron encontrados durante la exhumación de la fosa común en el bolsillo de su abrigo.
   Su mujer, Fanni Gyarmati (1912-2014), con quien compartió 9 años de su vida en una relación libre de secretos, nunca se casó otra vez, y trabajó como profesora de literatura en los mejores institutos de Budapest. Su diario de los años 40 fue publicado después de su muerte, revelando una relación honesta y amorosa, aunque no siempre idílica con el poeta.



La presente versión de la Primera Égloga es obra de Orsolya Csibra y forma parte del ambicioso proyecto de verter al castellano una amplia selección de los grandes poetas húngaros del siglo XX, con nombre de la importancia de Miklós Radnóti, Attila József, Endre Ady, Mihàly Babits, Árpád Thót, Dezsö Kosztolányi o Sándor Márai.  

Comentarios

  1. Un precioso poema que nos hace ver, una vez más, la importancia de García Lorca fuera de nuestras fronteras. Estupenda la traducción de Orsolya Csibra que emociona y nos acerca a la desesperanza del poeta. La bigrafía muy interesante también.

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    1. Esta es la intención. Dar a conocer la figura de Radnóti y mostrar su íntima relación poética con Lorca. La labor de Orsolya es extraordinaria.

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