57º día de confinamiento
José Ángel Valente
El ángel
Me
he levantado,
he
cubierto mi mesa con un tapete verde
y
me he sentado cuidadosamente a deshojar
esta
pequeña flor. Todo empezaba así.
Todo
menos la muerte,
menos
la vida,
el
amor o
el
odio.
Todo
empezaba así,
la
pasión de morir,
de
vivir,
de
amar, de odiar.
Oscuro
jugador,
frente
a mí el ángel
con
su terrible luz,
su
espada,
su
abrasadora verdad.
Yo
tenía solamente
una
flor.
Al
sí y al no
jugaba
contra el ángel,
jugaba
al sí y al no,
al
siempre, al todavía.
Pero
tú conocías,
adversario
cruel,
todas
mis suertes.
Nada
te delataba,
separado
de mí
por
una mesa
con
su tapete verde,
una
pequeña flor,
toda
la muerte.
Fue
larga la velada.
Al
fin me dijiste un nombre.
Yo
tenía una flor,
tu
un espada de fuego. Yo
la
triste libertad de querer tu victoria.
José Ángel Valente (1929 - 2000)
A modo de
esperanza (1955)
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